Crear tu primer presupuesto puede ser algo pesado. Incluso, ante muchos oídos, podría sonar hasta aburrido, pero la verdad es que, solo con un presupuesto esquematizado, podrás tener unas finanzas personales claras.
Es que un presupuesto no es más que un plan escrito que te va a ayudar a saber y decidir cómo gastarás tu dinero todos los meses. Su éxito radica en que, gracias a él aprenderás a administrarte mejor, evitarás deudas y gastos innecesarios.
El presupuesto te ayuda a visualizar todo tu dinero en un panorama más amplio. Y no es difícil, lee, solo necesitas:
1. Apunta cuánto dinero ingresas
Esto es tan simple como poner cuánto dinero entra a tu bolsillo, ya sea por un salario o una mesada. Eso sí, debes analizar e incluir todas las fuentes de ingresos que tengas (un trabajo, una pequeño negocio que has hecho con tu pasatiempo, un dinero que siempre te envía una tía, etc).
Pero escríbelo con descuentos de impuestos u otro, incluidos. Así sabrás la cantidad de dinero real que tienes y podrás ajustar mejor tus gastos, sabrás cuánto puedes ahorrar y evitará que te quedes corto en caso de tener alguna emergencia o imprevisto.
2. Identifica tus gastos
Para el segundo paso, es necesario saber cuánto vas a gastar y en qué. Por eso, haz un listado de gastos fijos y gastos variables. Los fijos son esos que son los mismos mes tras mes (universidad, celular, pasaje o gasolina). Si acabas de conseguir tu primer empleo, ten en cuenta que seguro en tu casa te van a asignar otro gasto permanente (factura de la luz, el teléfono, etc), algo con lo que no tenías que lidiar cuando no trabajabas.
La parte emocional que nadie te dijo que tenía tu salario
Si tienes gastos fijos que varían de mes a mes, por ejemplo, lo que gastas en gasolina o salón entonces asígnale una cifra promedio. Es decir, si el mes pasado fueron RD$600 y este RD$625, calcula unos RD$50 extra para cubrirte, siendo el monto final a colocar como gasto fijo del mes RD$650. Pero, recuerda primero salir de tus gastos fijos antes de sacar lo que serán tus gastos variables.
Luego, calcula tus gastos no permanentes y que de alguna forma sí puedes controlar (ropa, idas al cine, salidas a restaurantes, etc).
3. Haz dos cuentas pequeñas
Estas cuentas te salvarán de gastos de emergencia y la otra es la que creará en ti el hábito que te puede ayudar a lograr obtener muchas cosas: 1) Imprevistos y 2) Ahorro.
El dinero que destine a ambas no tiene que ser mucho y depende de la cantidad que ingreses y lo que entiendas que necesitarías en caso de una situación de emergencia. Lo ideal es que en imprevistos pongas un 5% y en ahorro al menos el 10% de tus ingresos. Claro, esto puede ser más, si es que puedes.
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4. Busca un método de funcionamiento
Si ya tienes claro cuánto se va en gastos, imprevistos y ahorros, entonces elige la mejor forma de no salirte de este presupuesto. Una guía puede ser saldar primero todos tus gastos fijos, colocar en una libreta tus ahorros y en otra imprevistos, y los gastos variables apartarlo en sobres poniendo el nombre de la categoría (compra de comida, gasolina, entretenimiento), etc. Otra opción es tener una tarjeta de débito en la que deposites estos gastos variables y que uses mientras vayas haciendo cada consumo.
En tus dos primeros meses de presupuesto, una buena recomendación es ir anotando los pasos que realizaste, cómo saldaste deudas y cómo controlaste tus gastos variables. La idea es que si cometes algún error y te sales del mismo, no tires la toalla, simplemente trata de mejorar lo qué hiciste mal y de no repetirlo al mes siguiente.
En principio, puede que sientas el bolsillo un poco encajonado, pero solo es cuestión de tiempo, disciplina y hábitos.